Diario: Bélgica

Quería escaparme a París, pero los precios eran demasiado altos incluso mirando con antelación. Busqué otros destinos con el mismo resultado. Había renunciado ya cuando mi hermana me habló de los viajes que organizaba Waynabox. La gracia estaba en que uno no sabe dónde va a ir hasta dos días antes. Y claro, no puede resistirme.

El viernes por la tarde llegamos al aeropuerto de Charleroi, desde donde tuvimos que coger un autobús lanzadera que lleva directamente hasta Brussel-Zuid. Es la mejor forma para recorrer los 55km que hay hasta Bruselas. Tarda aproximadamente 1 hora y el billete cuesta 14€ comprándolo por internet. Como nuestro hotel estaba a menos de 10 minutos de esa estación lo tuvimos muy fácil para llegar.

El desayuno no entra en el precio de ninguna reserva, pero nosotros lo cogimos en el hotel para los dos días. Normalmente no lo hacemos y preferimos salir a comprar algo, pero fue una buena decisión. El desayuno lo sirven en una cafetería que hay al lado y la verdad es que me encantó.

Como llegamos tarde, el primer día apenas pudimos dar una vuelta por el barrio y buscar algo para cenar (tarea difícil siendo las 22:30…). El sábado bajamos temprano para desayunar, dispuestos a recorrer Bruselas. Teníamos la suerte de estar a 20 minutos andando del centro, así que nos dirigimos hacia la Grand Place. Estábamos a pocos metros de allí cuando vimos doblar la esquina varios camiones militares. En ese momento no podía imaginar lo que pasaba y más teniendo en cuenta que todo parecía normal alrededor.

De camino vimos algunas tiendas de cómics (¡hay muchísimas!), pero decidimos ver primero lo más turístico y hacer las compras después. En la Grand Place estaban colocando el árbol de Navidad, también estaban preparando el mercado navideño que da comienzo este viernes. Recorrimos los alrededores de la Grand Place y visitamos el Manneken Pis, las galerías Saint-Hubert…  También hicimos una parada obligada para tomar un gofre con chocolate caliente, ¡buenísimo! El tiempo comenzaba a empeorar (la lluvia dio paso a la nieve) y teníamos tanto frío que volvimos al hotel para ponernos una capa más de ropa. Como soy un desastre, me había dejado en la habitación los guantes y todo lo que había llevado. Para entonces ya habíamos visto un montón de policía y militares y sabíamos lo que ocurría: habían declarado el estado máximo de alerta por amenaza de atentado inminente.






Al volver al centro sí empezamos a ver que algunas tiendas habían cerrado y la calle se veía más vacía. El museo Magritte, que yo quería visitar, había estado cerrado todo el día igual que el metro. Seguimos paseando por la ciudad, pero cada vez había más sitios cerrados, muchos con un cartel explicando que era por la amenaza de atentado. Finalmente volvimos al hotel esperando que al día siguiente mejorasen las cosas para poder ver tranquilamente lo que nos quedaba. Además, como allí anochece muy pronto y no dejaba de llover, tampoco teníamos muchas ganas de estar en la calle.







Como el domingo se mantenía el nivel de alerta, decidimos ir a Brujas para disfrutar un poco del viaje. Cogimos un tren directo (que también para en Gante, pero no teníamos tiempo de visitar los dos sitios) y pasamos allí toda la mañana. La lluvia no nos quiso dar tregua, pero el ambiente era totalmente diferente. Pudimos ver el mercado de Navidad, los canales, comprar mucho chocolate y probar el Glühwein, vino caliente especiado.






De vuelta a Bruselas aún teníamos algo de tiempo para ir al centro antes de coger el autobús y aprovechamos para entrar en las tiendas que, ahora sí, estaban abiertas. También había más gente y menos militares, así que tuve la sensación de que la cosa había mejorado. Esta mañana he visto que me equivocaba por completo, ya que apenas una hora después de dejar Bruselas comenzaron varias redadas por toda la ciudad, algunas en el barrio en el que estábamos. Lo importante es que eso nos pilló ya en el autobús y pudimos llegar al aeropuerto sin problemas.

Me llevo un recuerdo algo agridulce, aunque eso nos da una excusa para volver más adelante, sin temer que un pirado ponga una bomba donde estás. Sin duda, mal momento para viajar a ese sitio. 

Comentarios

up!