Diario: Roma

Mi primera visita a Italia ha sido corta pero intensísima y la he disfrutado a pesar de todos los problemas previos al viaje. Estuve en Roma de viernes a domingo, pero en la práctica han sido dos días completos. Ese tiempo es insuficiente para ver la ciudad, ni siquiera centrándose en lo imprescindible, pero es lo que tenía.


Viernes por la tarde

Fui andando desde la estación de Termini hasta mi hotel, en el barrio de Monti. Lo primero que hice tras dejar mi mochila fue acercarme al Coliseo, ya que lo tenía a escasos 10 minutos andando. Para entonces ya era prácticamente de noche - eran las 6 de la tarde - y como a esa hora el Coliseo ya no se puede visitar, no había mucha gente así que pude pasear por la zona y hacer un par de fotos. Lo siguiente fue curiosear por el barrio y encontré montones de bares, cafeterías, gente bebiendo sentada en una plaza... Me gustó el ambiente. Pedí pizza y calzone para cenar - por favor, no me dejéis nunca más coger algo que lleve brócoli - y regresé al hotel. No quise ver mucho más por dos motivos: prefiero ver los monumentos de día. Además estaba sola, y estar sola, de noche en una ciudad desconocida no parece muy buena idea.


Sábado

Contra todo pronóstico, M pudo unirse al viaje cogiendo un vuelo el sábado muy temprano -y sí, salió más barato esto que modificar el vuelo inicial. Comenzamos el recorrido en el Mercado de Trajano y seguimos por la columna Trajana, la Plaza de Venecia, el Largo di Torre Argentina y callejeamos hasta llegar a un restaurante que me habían recomendado y que ahora recomiendo yo: Da Alfredo e Ada. Es un sitio pequeñito, compartes mesa con otra gente y la comida está riquísima, además de que la chica que nos atendió era muy simpática. Esa primera parte del recorrido la hicimos bajo la lluvia, pero nada más salir del restaurante vimos que hacía sol. Cruzamos por el puente de Sant Angelo hasta llegar al castillo y de ahí fuimos al Vaticano. No entramos porque es una visita que requiere de muchas horas y a nosotros aún nos quedaba muchísimo por ver, así que nos quedamos en la Plaza de San Pedro un rato antes de volver a cruzar el río. Era el turno de la Plaza Navona, el Panteón de Agripa, Plaza de España y la Fontana di Trevi, ya para bajar de nuevo hasta la zona del hotel.

Además de todos estos sitios, que son de los más emblemáticos, vimos un montón de plazas y palacios igualmente maravillosos. Lo que me dejó perpleja es la cantidad de monumentos que hay en Roma, te los encuentras donde menos te los esperas. Un par de columnas junto a un edificio, un yacimiento arqueológico al doblar la esquina...

Para ir acabando el día, vimos los foros de Augusto y de César antes de dirigirnos al barrio de Trastevere para cenar en una pizzería y volver exhaustos al hotel.

Domingo

Día de madrugar. A las 7 ya estábamos en pie y con la mochila a cuestas porque tocaba ver el Coliseo. Al ser el primer domingo de mes la entrada al Coliseo, el Palatino y el Foro es gratuita, pero se forma bastante cola, así que había que estar antes de las 8:30, que es cuando abren. Hasta la 1 de la tarde no salimos de allí. Es una zona muchísimo más amplia de la que podía imaginar, pero también nosotros nos fuimos parando bastante. Aun así las visitas guiadas duran unas 3 horas, así que para ir tanto por libre como con guía hay que contar con que se va a dedicar la mañana entera a eso. Esta fue mi parte favoritísima del viaje y se me hizo incluso corta, podría haber estado allí hasta la hora de cierre.

Al salir de allí fuimos a la Boca de la Verdad pero había mucha cola y a nosotros ya nos rugía el estómago, así que nos conformamos con verla desde fuera. Paramos a comer muy cerca de allí, con vistas al Teatro de Marcelo y aprovechamos para ver también el templo de Portuno, que nos lo encontramos de casualidad.

Como aún quedaba tiempo antes de coger el autobús para ir al aeropuerto, volvimos a la zona del Panteón a comprar un helado en Venchi y nos despedimos de la Fontana de Trevi, que a pesar de la lluvia estaba hasta arriba de turistas.


Tengo una lista de cosas por ver que se quedaron pendientes: Vaticano, Domus aurea, museos capitolinos... así que habrá que volver y ponerle remedio.

¿Habéis estado en Roma? ¿Qué os gustó más?