Nos vimos en Berlín

Acabé la trilogía de Berlin Noir poco antes de viajar a Berlin por primera vez. Imaginad: te pasas días leyendo sobre las calles de una ciudad -en este libro se describen con mucho detalle los lugares - y de pronto paseas por ellas. Eh, ¿el protagonista no se alojaba en este hotel? Y esta calle, Friedrichstrasse, me suena. Y esta es Under den Linden, claro. Es como si ya hubieras estado, como si volvieras después de un tiempo ausente. De algún modo, todo te resulta familiar. Pero mi primera impresión no fue buena. ¿No era demasiado gris? ¿Demasiado sobria? (¿dónde estaban los edificios llamativos que había visto en otras ciudades?) Para colmo, estaba en obras, anochecía muy pronto y el conductor del autobús que tomamos en el aeropuerto no hablaba inglés. Me sentí un poco...decepcionada. Luego cambié de opinión.



He ido tres veces a Berlín, cada viaje fue diferente al anterior aunque todos tienen algo en común: se me quedaron cortos y me siguen faltando muchas cosas por ver.

No pretendo hacer de esta entrada una guía turística: las hay a patadas de la capital alemana. Además sería larguísima. Podría escribir aquí sobre el muro, los museos, la historia, los monumentos... Pero voy a hablar de lo que me gusta. Lo siento si buscabais información útil.

Es una ciudad tan grande que parece que no se acaba nunca. Es multicultural. La gente va con prisas, cruza por donde no debe, no te presta atención. Por eso no pasa nada si vas solo. Me gusta esa sensación - tal como me ocurre en Madrid - de sumergirme entre la gente...y desaparecer.
La primera vez que vi la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, de noche, sentí un nudo en el estómago al contemplar el hueco del rosetón, como una gran boca negra. Toqué las paredes con las heridas de guerra con una sensación extraña.

En Berlín he llorado, he reído, me he perdido, he llegado a mi destino sin mirar el mapa, de memoria.  He hablado mal en alemán, me he estremecido, he querido quedarme, irme, prometí volver cada año - y esta vez lo estoy incumpliendo -, llevo un tatuaje que representa esta ciudad y todo lo que significa para mí.

Mi plan preferido es visitar Nikolaiviertel. O perderme en el Tiergarten. O ir a la Isla de los Museos. En realidad no tengo plan preferido porque no puedo elegir. El Reichstag, que dicen que es visita obligada, no me gusta. Mucho menos la Bundeskanzleramt. Me gusta Bebelplatz, las iglesias gemelas de Gendarmenmarkt. Me gusta ir al río, hacer muchas fotos.













Comentarios

  1. Ay, joder, qué bonito. Yo es que en Berlín me moriría de la pena por mil cosas históricas, aunque cierto es que es una de las ciudades que menos me llaman de Europa, pero cierto es que hablas tanto de ella y dejas ver tantas fotos que me están dando ganas de ir a verlo ♥
    Gracias por currarte tanto las entradas, estaré más atenta a las próximas *-* (qué envidia que viajes tanto, a ver si yo me organizo viajes europeos porque tenemos un continente precioso tanto física como históricamente)

    un abrazo

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    1. Yo es que soy un poco friki de esa parte de la historia jaja Es horrible, pero me interesa muchísimo.

      Gracias por pasarte, parisina =)

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  2. Berlín está tan llena de Historia que mis ganas de visitarla crecen cada vez que oigo o leo algo nuevo sobre ella.
    Gracias por descubrirme el monumento a los judíos y esa zona más tranquila de la ciudad.

    (me encanta que vayas a publicar más de una entrada sobre Berlín)

    (sonrisa de elefante)

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    1. Merece muchísimo la pena y más para alguien como tú. No sé qué parte de la historia te centras más, pero seguro que lo disfrutarías. Y bueno, no solo por eso, sino por todo lo demás que tiene la ciudad =)

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  3. He ido 3 veces a Berlín y si alguien me dijera mañana de volver, estaría haciendo las maletas antes de que acabara la frase. Siento un vínculo muy poderoso con esta ciudad que -espero- solo podrá ser sustituido el día que visite San Petersburgo -sino me llevo un chasco-. ¡Y aún así hay cosas que mencionas y no vi! La primera vez visité Postdam y la segunda hice un free-tour que fue de los mejores tours que he hecho, tanta historia en una sola ciudad... Me faltan museos y mucho por saber de Berlín, sobre todo de la parte comunista que es la que más curiosidad me despierta.
    Y bueno, qué decir... la segunda vez que visité Berlín tú misma me viste por allí ;)

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    1. Eso es algo que me gusta de Berlín y otras ciudades grandes: puedes ir varias veces y seguir descubriendo cosas nuevas.
      Yo pude visitar Potsdam pero no lo hice porque, según me dijeron, merecía más la pena en primavera y siempre he ido allí en pleno invierno, así que para otra ocasión.

      Gracias por pasar <3

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  4. Te voy a ser sincera, y es que nunca me ha llamado demasiado la atención Berlín. Sin embargo, después de leer con calma tu entrada, admito que he cambiado de opinión y sí, tengo ganas de ir. No sabía que esta ciudad escondía tanto y tengo la impresión de que si fuese allí me pasaría el día cámara en mano (y no hay cosa que me guste más en el mundo que eso) Ahora mismo odio ser estudiante y no tener ni un mísero euro para viajar a ciudades como esta. ¡Me has contagiado las ganas! (aunque yo al parque querría ir en primavera, cuando haya más verde y se respire vida <3)

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