Villaviciosa y Ribadesella

¡Seguimos de ruta por Asturias! 

El día de mi cumpleaños fue el mejor del viaje. No solo fue el único día en el que se despejó el cielo para ver bien el amanecer sobre el mar y vimos huellas de dinosaurios, sino que nos sentimos como unos maliayos más en la plaza del ayuntamiento de Villaviciosa. 

Fuimos, de nuevo, por recomendación del dueño del piso donde nos alojábamos - estoy eternamente agradecida. Y es que allí se elegía la mejor sidra casera ¡y la podías probar gratis! ¡Toda la que quisieras! Tan solo tenías que pagar por un vaso que luego reutilizabas. También había comida para picar algo entre sidra y sidra. Acabamos llenos entre la sidra, el queso de cabrales, la tortilla, las empanadas...

Pero entonces llegó la hora de comer de verdad. Fuimos, también por recomendación, a un restaurante apartado donde ni siquiera había cobertura: Casa Koty. La mujer nos regañó por no ir con hambre suficiente, puesto que solo pedimos unas raciones en vez de un cachopo y una fabada, ¡pero es que no podíamos más!

Ribadesella


Por la tarde le tocó el turno a Ribadesella y allí compramos unas botellas de sidra - si hubieramos vuelto de Asturias sin sidra para los amigos nos habrían matado - y unas letizias. Como no podía ser de otra manera, subimos a un mirador porque no pueden faltar unas fotos desde las alturas.







Me gustaron mucho las calles de Ribadesella así como la calma en la Ermita de la Virgen de Guía. Ójala haber tenido más tiempo antes de que se hiciera de noche para poder ver más cosas, pero como volveremos segurísimo a Asturias no me preocupa demasiado.

PD: Sí, todas las fotos son de Ribadesella. Estaba demasiado ocupada bebiendo y comiendo como para hacer fotos en Villaviciosa :) 

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