Última parada: República Checa

Brno, Brno...Suena como "berno", con la "e" muy corta. Yo lo he llamado todo el tiempo Breno.

Brno también tiene castillo y subimos cargados con las mochilas para no perder las buenas costumbres. La ciudad me gusta mucho, ¿Praga será así o mejor?



Brno

Brno

Cuando la veo a lo lejos me emociono un poco porque por fin es real. Lo primero que me encuentro - y que me sorprende mucho - es que las máquinas del metro son un poco raras y no admiten nada más que monedas. Y nosotros no tenemos monedas. Y la taquilla está cerrada. En la estación de destino descubro que ahí sí se puede pagar con tarjeta.

Praga no solo es bonita, también es barata. Vamos a desayunar junto a Karlův most y nos llenamos tanto por tan poco, el hombre es tan amable, está todo tan rico... que ojalá desayunar ahí cada día. Vemos primero Malá Strana, la ciudad pequeña, y qué maravilla. Subimos - esta es ya nuestra última subida - a la colina en busca de mis clásicas fotos desde las alturas. Al bajar hacia el centro visitamos el castillo, que alberga una miniciudad en la que se encuentra el Callejón del Oro. En el número 22 se encuentra la casa en la que vivió Franz Kafka.

Praga

Kafka está por todos los rincones de la ciudad. Hay una gran escultura en movimiento en Národní Třída y otra en Josefov, el barrio judío. Recuerdo que alguien en Instagram comentó que representaba un insecto, por La Metamorfosis. Es un traje vacío, pero me encanta la imaginación que tiene la gente. En el tour que hice explicaron que recreaba una pesadilla  recurrente de Kafka. El traje simbolizaba al padre - dueño de una tienda de ropa - y estar encima significaba que había conseguido librarse del miedo que le tenía. Buscando información al respecto, he encontrado varias versiones más: que representa "la separación espiritual que Kafka muestra en sus obras" y que está basada en una escena de su obra Amerika.



Paseamos por Josefov, nos cuentan que Hitler quería hacer de ese barrio un museo de la raza extinta una vez hubiera eliminado a todos los judíos. No visitamos las sinagogas por dentro porque requiere un tiempo que no tenemos, pero me quedo con dos: la Sinagoga Española y la de Jerusalén, que se encuentra fuera de este barrio. Ambas me gustan por su arquitectura neoárabe.
Sinagoga española Praga

Sinagoga jerusalem Praga

En la Plaza Wenceslao hay tanques y una pantalla con imágenes de la Primavera de Praga. En ese mismo punto nos hablan de la Revolución de Terciopelo y de Jan Palach. El tour acaba aquí después de 3 horas y alguna que otra cerveza, pero nosotros nos quedamos con ganas de más historia.

Praga

Staré Město, la ciudad vieja, es asfixiante porque se concentran todos los turistas que van por libre, los grupos de visitas guiadas...Tenemos mala suerte y el reloj astronómico aún está en obras, así que no podemos verlo. Soy una de esas turistas torpes que da la vuelta a la manzana intentando acceder a la iglesia de Tyn, encerrada entre edificios. Nota para despistados: se entra por el tercer arco.

Praga

Praga

Praga

Vamos al Museo de Mucha, me parece muy pequeño. Si tengo que ser sincera, podría haber sido un edificio enorme y me seguiría resultando pequeño.

No se podían hacer fotos en el museo, pero esta es la entrada. ¿No os parece genial?

El viaje acaba y tenemos que despedirnos de Praga. Me quedo con la sensación de necesitar dos semanas más.

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